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REVISTA DE PRENSA

Ya está bien de Pinochet

( ... ) El historial de derechos humanos del régimen de Pinochet fue abominable. Al menos 2.700 de sus oponentes fueron asesinados o han sido dados por "desaparecidos". Pocos de estos casos se han aclarado. Gracias a una ley de amnistía de 1978, y a la jurisdicción de los tribunales militares sobre los crímenes cometidos por quienes vestían de uniforme, menos aún son los que han sido castigados por ellos. El Ejército no colaboró en ningún momento cuando se quiso exigir responsabilidades a los culpables. En 1993, cuando hubo signos de que, a pesar de las tácticas dilatorias de los militares, los procesos podían ir en serio, los hombres del general Pinochet escenificaron una ruidosa exhibición de fuerza.La cuestión no está acabada. Recientemente se ha descubierto una fosa común de lo que parecen ser víctimas políticas del régimen de Pinochet. Pero quizá fuera un acierto, en beneficio de la paz civil, que Chile hiciera borrón y cuenta nueva de su pasado, tal y como se hizo en Argentina siete años después de que fuera restablecida la democracia. Pero no son sólo los demócratas quienes tienen que hacer concesiones. El general Pinochet puede valorar su escaño en el Senado porque le da la protección de la inmunidad legal. Pero si de verdad quiere servir a su país, debería retirarse totalmente de la vida pública y probar suerte desde el retiro frente al brazo de la ley, que en Chile es más lento que fuerte.

, 10 de enero

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de enero de 1998