Un artefacto explosivo causó el lunes grandes destrozos en una sucursal bancaria de Pamplona, tal y como se aprecia en la fotografia, según informó ayer la Delegación del Gobierno en Navarra. Se quiebra así un periodo de varios meses en los que Navarra ha vivido sin atentados de este tipo. La alarma ha vuelto en medios policiales de la comunidad foral, donde en 1997 se desarticularon más de diez grupos Y de apoyo a ETA. Varias personas colocaron la bomba sobre las 22.50 en la sucursal que Caixa Galicia tiene a la altura del número 12 de la calle Monasterio de Urdax de Pamplona. Estaba compuesta por tres bombonas de cámping gas adosadas a garrafas de gasolina y tornillería. El artefacto causó grandes destrozos en la sucursal, que ayer permaneció cerrada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de enero de 1998