La actitud del concejal de IU señor López Rey ante los hechos ocurridos en el centro cultural Meseta de Orcasitas el pasado mes de diciembre no constituye de ninguna forma un ejemplo de convivencia democrática y pacífica. Dicha actitud no hace sino dañar la imagen tanto de su partido político como de un barrio del distrito de Usera en el que los esfuerzos deben centrarse en otra -dirección bien distinta a la tomada por el señor López Rey. Cuando los argumentos de un cargo electo se limitan a la incitación a la violencia contra una trabajadora del Ayuntamiento, dejando de lado cualquier atisbo de intervención racional y pacificadora, se pierde completamente el carácter ético que tiene tal condición de cargo electo.Cuando, además, el señor López Rey pertenece a la misma asociación de vecinos que el grupo de violentos que, por fortuna, no consumaron totalmente la agresión, su actitud alcanza una gravedad aún mayor. Considero que la poca dignidad que pueda quedarle a este concejal debe plasmarla en su dimisión. Sin más dilaciones.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de enero de 1998