Una docena de premios Nobel, encabezados por los físicos estadounidenses James Cronin y Sheldon L. Glashow, han solicitado al primer ministro ruso, Viktor Chernomirdin, que no se vendan las 60 toneladas de galio indispensables para el funcionamiento de un detector que registra el flujo de neutrinos procedentes del Sol. Las observaciones las realizan científicos rusos y estadounidenses desde 1987 en el observatorio de Baksán, en el Cáucaso. Las divisas obtenidas por la venta del galio deben ser utilizadas para pagar los salarios de los trabajadores del sector energético y los mineros.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de enero de 1998