Javier Baviano, que fue director general de la Expo entre marzo de 1991 y octubre de 1992 y consejero delegado a partir de noviembre de ese mismo año, aseguro ayer al juez Baltasar Garzón que la diferencia entre las pérdidas estimadas por el Tribunal de Cuentas (35.000 millones de pesetas) y las pérdidas reales que figuraban en las cuentas de la Expo (5.000 millones de pesetas) se debe a los distintos criterios contables que se han aplicado, pero que en ningún momento hubo desvío de fondos en la gestión de la muestra. Baviano señaló que para la confección de las cuentas de la Expo se utilizaron los criterios contables establecidos por la Intervención General del Estado -organismo dependiente del Ministerio de Economía y hacienda- en 1989 y ratificados por la Dirección General de Patrimonio, la auditora Price Waterhouse y los dictámenes del catedrático de economía financiera Leandro Cañibano y el letrado sevillano Ángel Zamora.Baviano defendió la legalidad de que las cuentas fueran plurianuales, en lugar de anuales, ya que es un criterio comúnmente admitido que se utilicen las cuentas plurianuales cuando se trata de un acontecimiento muy concreto. El juez no acusa a Baviano de ningún hecho delictivo al igual que al resto de los ex directivos de la Expo que han declarado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de enero de 1998