El director de cine Oliver Stone aprovechó el viaje de promoción de su película U-turn (Cambio de sentido) para hacer turismo. Stone dedicó el fin de semana a visitar el Museo Guggenheim de Bilbao. El sábado, el director dejó plantados a los periodistas y al director general del museo, Juan Ignacio Vidarte, alegando el cansancio acumulado en el vuelo transatlántico, y prefirió acudir horas más tarde -después de la siesta, se supone-, entrando de manera clandestina por la puerta trasera del, almacén. A mediodía de ayer, Stone accedió a hablar con los medios de comunicación y a posar para las cámaras con la silueta del Guggenheim de fondo. No escatimó calificativos para el edificio del arquitecto Frank O. Gehry. "Es asombroso; el mejor edificio de Gehry", dijo. La visita del cineasta coincidió con la presencia en Bilbao del grupo británico Simple Minds para grabar el vídeo musical de su disco Glitterball. El brillo de las placas de titanio que recubren el Guggenheim ha recordado a los Simple Minds a las glitterbalis, las bolas de espejos que reflejan las luces en el interior de las discotecas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de enero de 1998