Una madre italiana ha conmovido a la opinión pública tras conocerse que ha dado a luz a su segundo hijo, a sabiendas de que no tiene esfera cerebral y encéfalo y está condenado a morir, con el objetivo de donar los órganos del pequeño para salvar la vida de otros niños. Se trata de Sandra, de 26 años, una ama de casa del pueblo turinés de Nichelino, casada y ya madre de una niña de siete años.
Embarazada de un segundo hijo, la mujer supo al tercer mes de gestación que el feto sufría gravísimas deformaciones. Los médicos del hospital de Turín le informaron que podía abortar "al día siguiente" de descubrirse las malformaciones, pero Sandra, tras consultar con su marido, decidió llevar adelante el embarazo, a sabiendas que la vida del niño iba a ser muy corta, pero con la esperanza de que sus órganos sanos pudieran salvar la vida de otros niños.
Así, el pasado miércoles, nació el pequeño Gabriele. Sin esperanzas de vida, fue trasladado a cuidados intensivos, después de que su madre lo tuviera en sus brazos durante unos minutos. Está clínicamente muerto, pero si cuando deje de respirar no hay peticiones de trasplantes, todo será en vano, ya que el corazón y los riñones sólo pueden ser trasplantados a recién nacidos y la lista de espera es muy pequeña.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de enero de 1998