El juicio por el caso Azpiegitura, la supuesta estafa de casi 1.000 millones en la construcción del edificio de la sociedad pública. del mismo nombre dependiente de la Diputación de Vizcaya, tendrá que repetirse desde el príncipio por un defecto de forma.El único condenado por el asunto fue el constructor Iñaki Ereño, sentenciado, a a seis meses y un día de prisión y 100.000 pesetas de multa por falsificación de facturas. El resto de los acusados -entre los que se encontraba el arquitecto Alberto López, los políticos socialistas que formaban parte del consejo de administración de Azpiegitura, varios técnicos de está sociedad y un profesor de la universidad de Cantabria- fueron absueltos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de enero de 1998