El presidente de la radiotelevisión pública italiana (RAI), Enzo Siciliano, presentó ayer su dimisión de forma "irrevocable" tras las críticas recibidas por el hecho de que el principal telediario de la RAI-1 ha sido superado en audiencia por el de la cadena privada Canal 5, propiedad del grupo de Silvio Berlusconi.
En una carta remitida ayer a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, que le nombraron presidente de la RAI el 10 de julio de 1996, Siciliano dice que cree "firmemente en la utilidad de una televisión pública en un país democrático". Y añade que "los partidos políticos deberían alejarse de la RAI para que la política pueda avanzar hacia el camino de una reforma total del sistema radiotelevisivo, público y pivado".
El vicepresidente y ministro de Cultura italiano, Walter Veltroni, que en julio de 1996 calificó la elección de Siciliano como "una victoria del sentido común" y enfatizó que su gran mérito era su falta de vinculación a ningún partido político, rehusó ayer hacer declaraciones.
Por su parte, los representantes de la coalición opositora de derechas, Polo de las Libertades, expresaron su satisfacción por la dimisión de Siciliano. Marco Taradash, diputado por el partido de Silvio Berlusconi, Forza Italia, y miembro de la Comisión Parlamentaria de Vigilancia sobre la RAI, declaró que se trata de un "doble fracaso". "Es un fracaso de la RAI entregada con las manos atadas a los políticos y un fracaso del Olivo (la coalición de gobierno) que demostró no estar a la altura de sus compromisos", subrayó Taradash. En su opinión, la dimisión de Siciliano "podría finalmente abrir el camino para la privatización de la televisión pública".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de enero de 1998