La prensa norteamericana, representada por más de mil periodistas pertenecientes a un centenar de medios, cubre la visita del Papa con la avidez informativa propia de un país en permanente crisis con la revolución cubana, y sin corresponsales permanentes en la isla. Sólo la cadena de televisión CNN, tras laboriosas gestiones, consiguió la autorización para establecer una oficina en La Habana, que dirige Lucía Newman.
Hasta ahora no ha trascendido la existencia de conflictos con las autoridades cubanas, y los informadores desarrollan su trabajo con normalidad, aunque con cierto temor los primerizos. "No somos tan tontos como para hostigarles. Es lo que quieren algunos para montar un escándalo sobre la libertad de prensa", comenta una fuente oficial. Mientras tanto, periodistas de lujo de las cadenas de televisión, como Peter Jennings o Ted Koppel de la ABC y Dan Rather de la CBS, regresaron la noche del jueves a su país al estrecharse el cerco sobre el presidente Bill Clinton con nuevas revelaciones sobre sus presuntas relaciones extramatrimoniales.
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La NBC, CNN o CBS alquilaron plantas enteras de los principales hoteles, y algunos accesos a La Habana para aparcar camiones y vehículos. Los trámites burocráticos para la entrada de equipo fueron a veces desesperantes, según fuentes norteamericanas.
'Lista negra'
Algunos periodistas del vecino del norte no han podido viajar a Cuba porque su nombre figuraba en una suerte de lista negra de "mentirosos o manipuladores", o porque entraron en el país con visado de turista y después escribieron crónicas, algo prohibido por el Ministerio de Relaciones Exteriores. "Han sido muy pocos, casos muy específicos", subraya un funcionario. El diario Nuevo Herald, de Miami, especialmente volcado en sus páginas sobre la situación de Cuba, sufrió las consecuencias de la enemistad bilateral y el inevitable enfoque crítico de algunos de sus principales comentaristas, como Pablo Alfonso, e intentó la acreditación de alguno de sus hombres a través del Vaticano. Telemundo no obtuvo visado. Sin embargo, la oficial Voz de América, casa madre de Radio Martí, que emite contra el régimen de Castro desde Washington y los cayos de Florida, figura entre los medios que informan en directo sobre la visita del Papa."Yo he ido donde he querido, y no he notado que me siguiera nadie. Probablemente utilizan medios electrónicos para saber lo que hago", sospechaba uno de los enviados de un importante diario. Entrevistas con el presidente de la Comisión Cubana Pro Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez Santa Cruz, o con otros dirigentes de grupos opositores, recorridos por iglesias y barrios obreros, reuniones con santeros, destacan entre las preferencias de los medios de comunicación audiovisual norteamericanos, que han desplazado a La Habana ingentes medios y personal. Algunos, en camionetas con los vidrios tintados, acechaban a las jineteras del residencial barrio de Miramar, tratando de grabarlas cuando ofrecían sus servicios a los turistas a cambio de dólares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de enero de 1998