Un año de cárcel y un millón de pesetas de indemnización es lo que le ha costado a Enrique Blanco Rodríguez la agresión que cometió el 1 de enero de 1996 contra un niño, entonces de cinco años, alojado en el Centro Tutelar y de Protección de Menores Nuestra Señora de Lourdes. Blanco, según la sentencia, arrojó al niño, que aún sufre secuelas, un artefacto incendiario que le quemó los ojos.
La botella que lanzó Blanco, según la sentencia del Juzgado de Instrucción número 1 de Collado Villalba (37.000 habitantes), contenía aguarrás y papel de aluminio. Los hechos ocurrieron después de que el condenado y otros cuatro amigos, que han sido absueltos, celebraran la Nochevieja bebiendo alcohol en Torrelodones, por lo que el juez ha aplicado al acusado la atenuante de embriaguez.
La sentencia considera probado que el condenado y sus amigos fabricaron lo que llamaron "petardos". Tras esto, y se dirigieron en coche hacia Hoyo de Manzanares. De camino, se detuvieron junto al centro de menores y Enrique Blanco se dirigió a la verja de dicha institución de niños desprotegidos. Posteriormente lanzó la botella al césped donde jugaba la víctima con varios niños, y les gritó "¡cogedIa!", aunque luego les emplazó a hacer lo contrario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de enero de 1998