El obispo de Setúbal, Manuel Martins, ha reconocido que "sería bueno que se hiciese un referéndum sobre el aborto, no para favorecer su concreción, sino para conocer cuál es la verdadera opinión de los portugueses sobre el asunto". Tales declaraciones se producen a pesar de que la Conferencia Episcopal portuguesa se ha manifestado rotundamente contra la convocatoria de un referémdum sobre la liberalización del aborto.
La consulta popular, solicitada por el Partido Social Demócrata (el primer partido de la oposición, liberal-conservador), y la legalización del aborto en los tres primeros meses de embarazo, reclamada por el Partido Comunista y las Juventudes Socialistas, han vuelto a desatar una polémica que provoca una seria división en el Gobierno socialista, y que ahora abre una brecha en la propia Iglesia católica portuguesa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de enero de 1998