El Juzgado número 38 de Madrid comenzó ayer a tomar declaración sobre un presunto delito fiscal por la compraventa de inmuebles realizada por Caja Madrid a principios de los noventa. Hacienda descubrió que las declaraciones hechas por los vendedores de los locales eran menores con las realizadas por la financiera y denunció la situación. El fraude podría llegar a 2.500 millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de enero de 1998