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El PNV gobernará el Ayuntamiento de Bilbao con el PSOE e IU

El Partido Nacionalista Vasco llegó ayer a un acuerdo con los socialistas e Izquierda Unida para gobernar el Ayuntamiento de Bilbao. Nunca Izquierda Unida y el PNV habían compartido una importante responsabilidad de gestión en Esukadi. El pacto, que sustituye al firmado entre los nacionalistas y el Partido Popular en el verano de 1995, roto el pasado diciembre, fue alcanzado tras cuarenta horas de reuniones, mantenidas a lo largo de dos semanas.La urgencia de los nacionalistas en contar con una nueva mayoría en la corporación de la capital vizcaína que les permita llegar airosos al final del mandato, en la primavera de 1999, ha allanado el camino a los partidos de izquierda, que han conseguido que se destinen más de 5.000 millones de pesetas para gastos sociales. Esta cifra supone una octava parte del presupuesto anual del Ayuntamiento de Bilbao.

Hasta la mañana de ayer, el futuro de la planta incineradora de residuos urbanos era el único obstáculo en apariencia insalvable. En la tarde del pasado jueves, el coordinador general de IU en Euskadi propuso una salida que desatascó el conflicto: la condición para que Izquierda Unida entrara en el gobierno de Bilbao era que el consistorio de la capital vizcaína "no promueva ninguna empresa ni iniciativa que fomente la incineración de residuos". El pragmatismo prevaleció en la actitud de Izquierda Unida, a sabiendas de que la construcción de la planta incineradora no se puede detener, y a cambio consiguió que se destinen cuantiosos fondos para gastos en atención social. El Partido Socialista de Euskadi-EE había asistido con cierto nerviosismo a las negociaciones ante la posibilidad de que fracasaran. Los socialistas se habían comprometido a entrar en el gobierno del ayuntamiento de Bilbao únicamente si también Izquierda Unida formaba parte del equipo de gestión.

La portavoz de IU en el Ayuntamiento, Julia Madrazo, replicó a los miembros de su coalición que se oponen al pacto que la decisión fue aprobada por, el 85% de la asamblea local.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de enero de 1998