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5.000 taxistas toman las calles de la capital por segunda vez en ocho días

Los taxistas volvieron ayer a la carga por segunda vez en poco más de una semana, en protesta por su situación laboral y salarial y para reivindicar una reestructuración urgente del sector. La zona suroeste de la capital y la salida de la M-30 por el puente de los Franceses sufrieron un tremendo atasco, producido por los más de 5.000 coches participantes en la marcha. La protesta, convocada por la Federación Profesional del Taxi, que agrupa a 4.000 de las 15.500 licencias de taxi, partió a las once de la mañana del paseo de Camoens (parque del Oeste) y finalizó en la Puerta de Toledo tres horas y media más tarde. En la marcha no participó la Asociación Gremial, la organización mayoritaria, que aglutina a 11.000 taxis y está enfrentada a la Federación.

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Momento tenso

La Federación Profesional del Taxi solicita una reestructuración urgente del sector

El momento más tenso del día llegó a las 13.30, cuando cientos de manifestantes se dirigieron desde la calle Mayor a la Casa de la Villa con el fin de entregar al alcalde un listado con sus reivindicaciones. En el trayecto se escuchó algún grito amenazante de "vamos a por ellos", mientras otros proclamaban: "No nos quiere ver, vamos a por él" o "Manzano dimite, el taxi no te admite". La policía rodeó las puertas del Ayuntamiento, donde es ese momento se celebrababa un pleno.Antes de que el representante de los taxistas accediera al edificio, sus compañeros guardaron un minuto de silencio en memoría del atentado terrorista que segó la vida de un concejal del PP en Sevilla y de su mujer. Tras esos 60 segundos de consternación, el grito de "ETA asesina" sonó con fuerza en una mañana teñida de color gris. Finalmente. Sánchez accedió al edificio, donde hizo entrega del escrito a la secretaria del alcalde. El propio Sánchez, más tarde, leyó un manifiesto en el que calificó a los dirigentes de la Asociación Gremial, aunque sin nombrarlos, de "esquiroles, vendidos, insolidarios, corruptos y traidores". "Todo tiene un límite, y nuestra paciencia lo ha sobrepasado con creces", añadió. Y concluyó con una advertencia: "O este Ayuntamiento toma medidas o Ias carreteras que confluyen a Madrid se quedarán estrechas". Al final, una generosa lluvia de huevos decoró los muros del Ayuntamiento. Las movilizaciones seguirán los días 9, 17 y 25 de febrero.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de enero de 1998

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