De una forma excelente, definió ayer el periodista Miguel Ángel Aguilar la nueva hazaña liberadora de los criminales de ETA, el asesinato del concejal sevillano Alberto Jiménez Becerril y su esposa, Ascensión García, en el singular barrio de Santa Cruz. Este cruel acto se produjo en Sevilla, a 1.000 kilómetros de Bilbao, es terrorismo sin fronteras, afirmó.Totalmente de acuerdo, y no por este nuevo acto criminal; los asesinos han matado ya con suma crueldad en casi toda España. Por ello, en este momento a lo mejor vale recordar a quienes todavía les apoyan -hablo de los que hacen de buena fe, si es que todavía los hay- que, si este grupo terrorista llegase a triunfar, lo que instauraría en el País Vasco sería la más terrible de las dictaduras, de ninguna manera una forma de convivencia basada en el respeto a las ideas del otro, en el pluralismo.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de enero de 1998