El corazón de un bebé que nació sin cerebro hace dos semanas en Turín fue ayer trasplantado a un niño de Frosinone -localidad del sur de Italia- que había nacido con una grave malformación cardiaca, según fuentes hospitalarias. Los padres del pequeño sin cerebro decidieron llevar a término al embarazo cuando conocieron a las pocas semanas de la concepción que el feto carecía de parte del cráneo y que moriría a poco de nacer para que sus órganos pudieran salvar otras vidas. El pasado jueves los padres revelaron haber recibido una carta del Papa que les encomiaba "por haber aceptado con coraje el deseo de Dios".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de enero de 1998