Nueva cita y nuevo plantón. El desalojo de los okupas que habitan un inmueble en Salamanca, 8 (Tetuán) volvió ayer a suspenderse, tal y como ya ocurrió el pasado 22 de enero. La situación fue kafkiana. Veinte jóvenes permanecieron tres horas bajo la lluvia encaramados a los tejados, ventanas y árboles de la finca oponiéndose a una expulsión que no acababa de producirse. Ni la comisión judicial ni la policía hicieron acto de presencia.
A mediodía, la Delegación del Gobierno argumentó que el desalojo se había aplazado, sin decir hasta cuándo, "por la posibilidad de que, ante el número de jóvenes concentrados en la zona [menos de cien], pudiera haber incidentes". Hace una semana el juzgado retrasó su actuación por falta de efectivos policiales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de febrero de 1998