En el reportaje del suplemento Domingo del 25 de enero en que explica la biografía del príncipe Felipe se polemiza sobre el hecho de que no estén delimitadas las funciones del heredero de la Corona. Considero que, al no estar escritas, sus funciones pueden amoldarse más a las necesidades de cada momento y puede servir a España de una manera más amplia. La Constitución señala las líneas generales que debe seguir la Corona, y, teniendo este texto como referencia, los miembros de la familia real pueden actuar libremente. Es positivo que don Felipe vaya asumiendo responsabilidades de Estado. En el extranjero suele representar al Rey en las investiduras de los presidentes latinoamericanos. En nuestro país muestra un vivo interés en conocer las interioridades de las instituciones públicas y la empresa privada. También quiere sentir el palpitar de las diferentes comunidades autónomas y vivir las particularidades que caracterizan a cada una con su marcada historia y tradición, así como oír el testimonio de sus habitantes, aunque el protocolo impide una mayor proximidad con los ciudadanos de a pie, acercamiento que sería deseable para que el Príncipe escuchara directamente las preocupaciones de la población común y establecer un contacto más estrecho con el sentir de la sociedad. Una buena preparación tanto académica, militar como social es lo más importante para un futuro rey, y don Felipe tiene la fortuna de contar con el ejemplo de su padre y con un pueblo que le apoya y admira.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de febrero de 1998