Las bolsas periféricas europeas, en este caso Madrid, Milán y Lisboa, fueron las únicas que reaccionaron ayer ante el cambio de panorama de unos mercados que parecían apostar por la tensión. Los analistas predijeron un recorrido relativamente mayor para estos mercados al comienzo del ejercicio y, aunque casi lo han agotado, ayer hicieron valer esos pronósticos en medio del estancamiento general.
La Bolsa de Madrid subió 4,62 puntos, el 0,65%, y consigue el décimoquinto máximo desde que comenzó 1998. En el año, el índice general de Madrid ha acumulado una ganancia del 12,59%. La Bolsa de Milán se anotó una subida del 1,21%, que lleva el avance de este ejercicio al 14,43%, mientras que Lisboa, con una ganancia del 0,76% en la sesión, ocupa el primer lugar, con un 19,09% de subida en lo que va de año.
La Bolsa de Nueva York se orientó a la baja desde la apertura y llegó a caer hasta 70 puntos. Al cierre contuvo el retroceso a 30,64 puntos (0,38%). El índice Dow Jones quedó en 8.129,71. La falta de apoyos a la posición estadounidense frente a Irak parece estar detrás de este enfriamiento de los mercados, en el que también participó el dólar, cuya cotización bajó a 152,42 pesetas en el momento del cierre de los mercados, 1,80 pesetas por debajo del precio que tenía a primera hora.
La cotización frente al marco era de 1,8013, frente a un cambio de 1,8173 el martes, y con el yen se cruzaba a 123,70, frente a los 125,89 yenes de la jornada anterior. El dólar también se depreció frente a las vapuleadas monedas asiáticas; que vivieron una jornada de leves avances, aunque las bolsas de la región registraron recogidas de beneficios y cedieron posiciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de febrero de 1998