El presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, se ha mostrado como un defensor a ultranza del cochinillo asado, en unos momentos en los que el sector atraviesa por una difícil situación debido a la clásica peste. Tan es así que ha dicho que el Ejecutivo regional está dispuesto, una vez pasada la epizootia, a realizar una campaña de dignificación del cochinillo, que es uno de los platos más singulares y típicos de la gastronomía castellana. Al igual que hizo en Palomares el que fuera ministro de Información y Turismo Manuel Fraga para demostrar que el agua del mar no estaba contaminada tras la caída fortuita de una bomba, Lucas ha compartido en Segovia un cochinillo con el ministro de Turismo de México, Óscar Espinosa, y otros comensales, y tras los elogios sólo le faltó trocear al animal con el borde de un plato, como demostró el hostelero Alberto Cándido López Duque, que es una vieja costumbre para demostrar la textura de la piel y la ternura de la carne.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de febrero de 1998