Me llamo Javier, tengo 27 años y estoy en paro desde los 22. Tras mis estudios de idiomas me encontré con el mundo salvaje del trabajo, sin tener la posibilidad de incorporarme a él. Yo quiero un trabajo digno y no las rebajas que las empresas de trabajo temporal (ETT) nos imponen como si fuéramos mercancías de calidad a precio de segunda mano al servicio de los empresarios.Yo sé que no estoy solo y que muchos amigos míos están en la misma situación de precariedad. Y todos nos preguntamos: ¿Qué podríamos hacer para salir adelante en este mundo de explotación? ¿Cuándo el trabajo será un derecho y no un privilegio? ¿Cuándo cuestionaremos las ETT para que no nos sigan alienando?Un día tendremos que organizarnos para defender nuestra dignidad de ciudadanos. Me parece que ya existe gente preocupada como yo por la injusticia del paro, que fomenta las ETT y todos los que no quieren mirar nuestra realidad.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de febrero de 1998