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Juicio a cuatro sicarios colombianos por el asesinato de un 'narco' gallego

Manuel Baúlo Trigo, patriarca del clan arosano de Os Caneus, y su esposa, Carmen Carballo Jueguen, fueron acribillados a tiros en su casa de Cambados (Pontevedra) el 12 de septiembre de 1994. Baúlo murió y su mujer logró salvar la vida, pero quedó paralítica. Los presuntos autores se sentaron ayer en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial de Pontevedra: cuatro colombianos y dos cómplices españoles para los que el fiscal pide un total de 160 años de cárcel.

Os Caneus fueron íntimos colaboradores del más poderoso clan arosano, el de los Charlines, a quienes facilitaron el transporte en barco de diversos cargamentos de cocaína desde América hasta aguas españolas. A raíz de la operación Nécora, dirigida por el juez Baltasar Garzón en 1990, Os Caneus, concretamente Manuel Baúlo y su hijo Daniel, se aprestaron a colaborar con el juez, inculpando a los Charlines.

Fuera por este motivo u otro la respuesta fue contundente. El 12 de septiembre de 1994, dos sicarios colombianos entraron en el domicilio de Manuel Baúlo; se identificaron como policías y cuando éste intentaba telefonear, lo acribillaron a tiros delante de su mujer, que quedó malherida. Días después, los colombianos y los dos españoles acusados eran detenidos en Madrid.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de febrero de 1998