Catalina Juan Vallés, de 45 años, se presentó ayer en el Juzgado de Guardia de Palma de Mallorca para entregarse a la autoridad judicial y confesar que acababa de apuñalar a su ex marido, Rafael Martínez Valera, en el curso de una fuerte discusión que ambos mantuvieron en el chalé que Catalina Juan ocupa en la zona turística de Illetes en Calvià, en la isla de Mallorca. Catalina Juan adujo que sufría malos tratos y vejaciones repetidas por parte su antiguo compañero.
Antes de entregarse, la mujer había avisado a una ambulancia para que socorriese al herido. La ambulancia recogió a su ex marido aún con vida, pero con heridas de tal gravedad que le produjeron la muerte al poco de ser ingresado en el hospital.
Catalina explicó al juez de instrucción Pedro Barceló que asestó una puñalada en el tórax a su ex compañero, quien había acudido a su domicilio. Rafael Martínez Valera, de 44 años, que trabajaba en el sector de la hostelería y estaba en paro, falleció casi de manera instantánea. Según el testimonio de la mujer, su ex marido la molestaba continuamente y la agredía con frecuencia.
La pareja tiene un hijo de 16 años, que convive con la madre. El joven no se encontraba presente en el chalé en el momento en que sucedió la discusión y posterior agresión con arma blanca.
Por otro lado, un vecino de Villafranca de Ebro (Zaragoza) se encuentra detenido por la guardia civil desde el martes por la mañana al existir indicios de que había golpeado a su mujer, que murió en la madrugada del lunes al precipitarse al vacío desde el balcón de su casa, informa Concha Monserrat.
Sin embargo, el cuerpo de Esmeralda González, de 36 años, presentaba, según la autopsia, numerosos golpes anteriores a su mortal caída. Ante estos indicios, la Guardia Civil procedió a la detención de su marido, Carlos M. M. La pareja había llegado a Villafranca de Ebro hace dos años, según algunos vecinos; cuatro, según otros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de febrero de 1998