La izquierda volvió ayer a la calle en Asturias. Y lo hizo de forma multitudinaria y masiva. Los sindicatos asturianos reunieron en Oviedo a decenas de miles de personas -más de 100.000, según los organizadores- en una manifestación convocada para exigir al Gobierno regional, del Partido Popular (PP), diálogo social para buscar soluciones al declive industrial de Asturias.
Las organizaciones convocantes han advertido al Gobierno popular de Sergio Marqués que, de no modificar su actitud, se verán abocadas a organizar una huelga general en Asturias, similar a la que paralizó la región el 23 de octubre de 1991.La primera movilización de carácter general organizada en el Principado por las organizaciones sindicales UGT, CC OO, USO, CSI y CGT desde que hace tres años el PP accedió al gobierno regional, fue secundada de forma masiva, constituyendo la mayor concentración desde 1991.
La manifestación contó con el respaldo de todas las fuerzas políticas parlamentarias, excepto el PP. Primero lo hicieron PSOE e IU y anteayer se adhirió el Partiu Asturianista (PAS). También se sumó a la iniciativa el arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, quien expresó también su apoyo a la manifestación.
El Ejecutivo popular de Asturias reaccionó con virulencia contra Díaz Merchán. El presidente asturiano, Sergio Marqués, comparó la actitud del arzobispo con la de los obispos vascos en materia de terrorismo y la consejera de Cultura, Victoria Rodríguez Escuredo, la tachó de "impresentable". La izquierda y los sindicatos, así como el Consejo Presbiteral de la Iglesia asturiana, cerraron filas en apoyo de Díaz Merchán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de febrero de 1998