Han pasado 25 años, pero ni Dario Fo, reciente premio Nobel de Literatura, ni su esposa, Franca Rame, secuestrada y violada en 1973 por un grupo de militantes neofascistas, han olvidado la trágica historia. Las declaraciones de un arrepentido, presuntamente implicado en los hechos, reforzadas después por el testimonio de un general del Cuerpo de Carabineros, Nicoló Bozzo, han reavivado las sospechas de que el delito pudiera haber sido ordenado desde instancias policiales y políticas superiores. Esta hipótesis ha llevado a Fo a enviar una carta al presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, reclamando una investigación que permita esclarecer los hechos y hacer justicia.Primero fue el arrepentido de derechas, Biagio Pitarresi, el que declaró ante los jueces que la violación de Rame había sido ordenada por los mandos de la división más importante del Cuerpo de Carabineros en el norte de Italia, la División Pastrenga. Más tarde, un general destacado entonces en dicha división, Nicoló Bozzo, ha asegurado que escuchó a los mandos de la Pastrenga festejar abiertamente lo ocurrido a la esposa de Fo, como si de un éxito del arma se tratase.
En su carta a Scalfaro, Fo asegura no reclamar venganza, sino justicia, ya que, en su opinión, la responsabilidad de lo ocurrido muy bien podría apuntar más alto que a un puñado de mandos policiales. El Nobel cita al respecto al entonces ministro del Interior, Mariano Rumor.
De momento, Dario Fo y Franca Rame han obtenido ya la solidaridad del comandante del Arma de Carabineros, el general Sergio Siracusa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de febrero de 1998