El culebrón sobre la candidatura del presidente argentino, Carlos Menem, a una segunda reelección en los comicios de 1999 -reelección prohibida por la Constitución- tiene un nuevo capítulo. El lunes, Menem difundió una carta abierta en la que afirma: "He insistido repetidas veces sobre mi intención de retirarme a descansar en 1999 y volver a probar suerte en el 2003. Simplemente porque no tengo opción: la Constitución, taxativamente, no me permite un tercer mandato". Pero en la carta, dice también que sólo se presentaría "a través de una autorización de la Carta Magna y sólo si la gente está de acuerdo y me lo pide".Continúa, pues, la ceremonia de la confusión que incomoda a buena parte de la clase política, empezando por las filas del Partido Justicialista (en el Gobierno), dividido entre los fieles al presidente y quienes aspiran a sucederle. Hilda Duhalde, habló claro en nombre de su marido, Eduardo Duhalde, firme precandidato peronista: "Menem habla como si no hubiese hombres muy capaces de gobernar dentro del justicialismo. No es serio y le hace mucho daño al partido". En la Alianza opositora, Carlos Álvarez dijo: "Menem tiene una afición patológica por el poder".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de febrero de 1998