El presidente del Tribunal Constitucional, Álvaro Rodríguez Bereijo, se mostró ayer partidario de imponer medidas que restrinjan el traspaso de los jueces al terreno político y la vuelta de éstos al ámbito judicial. "Es importante preservar la independencia de los jueces", señaló Rodríguez Bereijo, quien manifestó que los magistrados "deben permanecer ajenos al juego de intereses que se producen en la vida social y no deben inmiscuirse en el juego político".
Rodríguez Bereijo no quiso comentar el hecho de que la Audiencia Nacional haya admitido a trámite la querella del presidente del grupo PRISA, Jesús de Polanco, y otros tres consejeros contra el juez Javier Gómez de Liaño por prevaricación (dictar a sabiendas una resolución injusta) en el caso Sogecable y tampoco la presunta implicación de un grupo de jueces en la conspiración contra Felipe González revelada por el periodista y académico Luis María Anson.
Rodríguez Bereijo ofreció ayer una conferencia en la Universidad de Alicante con motivo de la entrega de diplomas a los últimos licenciados de la Facultad de Derecho. En ese acto quiso quitar hierro a la polémica respecto a la petición de que las denominadas autonomías históricas -Cataluña, País Vasco y Galicia- tengan derecho a vetar en su territorio las leyes que consideren inconstitucionales. Rodríguez Bereijo recordó que las comunidades autónomas pueden presentar recursos de inconstitucionalidad a través de sus cámaras legislativas y sus órganos gubernamentales, por lo que "no hay nada nuevo que decir" sobre este tema.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de febrero de 1998