"No se puede entender la obra de un autor sin estudiar también su etapa juvenil. La importancia de conocer una obra completa aumenta si hablamos de escritores que cambiaron mucho de actitudes a lo largo de sus vidas como ocurre con los autores de la generación del 98". Así explicó ayer Carlos Blanco Aguinaga (Irún, 1927) su interés por los años de juventud de figuras sobresalientes como Miguel de Unamuno, José Martínez Ruiz Azorín, Ramiro de Maeztu, Vicente Blasco Ibañez y Pío Baroja. Publicado originalmente en 1970, Juventud del 98 ha sido ahora reeditado por Taurus coincidiendo con el centenario de aquella generación.
Otro motivo que interesó a Blanco Aguinaga a la hora de estudiar a los escritores del cambio de siglo se refiere al "carácter periférico y marginal" de aquellos escritores, no sólo por su procedencia del País Vasco o de Valencia, sino sobre todo "por su radical oposición al régimen de la Restauración". Blanco Aguinaga manifestó: "En definitiva, aquellos escritores ofrecieron una imagen de la Restauración que rompe las versiones oficiales".
A juicio del crítico Miguel García Posada, que ayer presentó el libro, Blanco Aguinaga Ievantó el velo de una historia enterrada y nos descubrió al Unamuno marxista, al Baroja lúcido y ateo o al Azorín anarquista". "Se trata", agregó el crítico, "de páginas ejemplares desde una óptica marxiana".
Por su parte, el director editorial de Alfaguara y Taurus, Juan Cruz, anunció ayer que García Posada se encargará de coordinar una colección de textos de bolsillo de escritores de la generación del 98.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de febrero de 1998