Un enfrentamiento entre policías locales de Rivas y un grupo de pobladores del asentamiento rumano próximo al municipio concluyó el jueves con un agente y un empleado de una gasolinera heridos leves, según informó la concejal de Seguridad, Marisa Pérez. Los hechos se iniciaron cuando, según la edil, hacia las diez de la noche, un grupo de rumanos comenzó a lanzar piedras, por razones desconocidas, contra algunos vehículos a la entrada de Rivas.
Avisada por testigos presenciales, una dotación de la Policía Municipal acudió al lugar. Los rumanos huyeron, y los agentes les siguieron hasta su poblado. Una vez allí, un numeroso grupo de personas del asentamiento atacó con piedras y palos a los agentes. Un policía resultó herido leve al recibir un golpe en la espalda.
La intervención de la Guardia Civil, avisada de lo que sucedía por la propia policía local, acabó con la trifulca. Un empleado de una gasolinera cercana también fue agredido por un habitante del asentamiento, por considerar que había sido la persona que había avisado a la policía. El relato de los hechos, muy confuso, fue corroborado por el alcalde de Rivas-Vaciamadrid, Fausto Fernández (IU).
No es la primera vez que se producen enfrentamientos de esta índole. De hecho, la Delegación del Gobierno trabaja con la Embajada de Rumania para hallar una solución a las malas condiciones de vida de los habitantes del asentamiento. La concejal de Seguridad de Rivas considera que la actitud de los rumanos es consecuencia de que "la Guardia Civil, en estos días, está cumpliendo las instrucciones de la Delegación del Gobierno para que vigile diariamente el asentamiento para evitar que se instalen nuevas familias".
Pérez añadió: "Estamos esperando que la Delegación del Gobierno, que es la que tiene las competencias, actúe de una vez, de manera rápida y abordando la solución a este problema".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de febrero de 1998