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Crítica:

Contra reloj

21.30 / ComediaEE UU, 1992 (93 minutos). Director: Rocky Lang. Intérpretes: Bill Pullman, Peter Boyle. Pullman intenta algo tan sencillo como atrapar un avión. Dispone de una hora y media. Justo lo que dura el telefilme. De por medio, terroristas, vecinos desmadrados y maridos de los nervios. Así, una cinta tan limitada de pretensiones como entregadamente peculiar. Dos aguerridos campeones del alboroto agitan sus extremidades, sin atender a razones. Entre bombas, estallidos y saltos de rana, un petardo. Lo dicho, si fuera castaña, sería la más gorda.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de marzo de 1998