La decisión de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias de la Generalitat de conceder el tercer grado penitenciario al ex diputado del PSC Carles Navarro y al administrador de Filesa, Lluís Oliveró, que desde el viernes sólo deben ir a la cárcel de Can Brians a dormir, provocó ayer un alud de críticas. El presidente del PP catalán, Alberto Fernández Díaz, mostró su "sorpresa" por la decisión. Desde IU se pidieron "explicaciones" y se aseguró que se estaba dando "un mal ejemplo a la sociedad". Navarro y Oliveró están condenados a 11 y 10 años respectivamente.
Oliveró reiteró ayer en Catalunya Ràdio su inocencia y denuncíó que había sufrido un trato discriminatorio respecto a inculpados por otros casos. "Si la Sala Segunda del Supremo dice que no es delito la falsedad en documento mercantil", dijo, "¿por qué demonios al cabo de 8 o 10 días sigo con el delito encima cuando en cualquier otra profesión al día siguiente se remedia esta situación?".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de marzo de 1998