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Un proyecto con mucho gafe

Las autoridades académicas tienen el jardín botánico en cartera desde hace más de diez años, pero parece como si a este proyecto le persiguiera alguna extraña maldición. El antecesor de Puyol, Gustavo Villapalos, creyó haber resuelto el problema cuando firmó en 1992 un acuerdo de financiación con Mario Conde (por entonces, presidente plenipotenciario de Banesto), por el que se aseguraba uno de los parques más grandes de toda Europa, con más de 2.200 millones de pesetas de presupuesto. Pero Conde se llevó por delante en su caída, ¡ay!, el gran sueño del hoy consejero de Educación y Cultura. Hace unos meses, la foto del ex banquero, que llegó a ser investido doctor honoris causa, se descolgó definitivamente de las paredes del rectorado complutense...Mucho antes de que Conde hiciera fortuna con esas dotes suyas de hechicero, el eterno solar de la avenida Complutense había servido como escenario de sonadas manifestaciones de la izquierda. La más célebre fue, sin duda, la que extendió la consigna Por la paz, el desarme y la libertad, contra la incorporación de España a la OTAN. Ocurre en 1982, pocos meses antes de la victoria socialista en las elecciones generales, y supone, quizás, el más cercano punto de encuentro entre el PSOE y el PCE. Porque allí estaba, sobre el escenario, Felipe González lanzando soflamas contra la Alianza Atlántica mientras Dolores Ibárruri asentía -qué cosas- desde la tribuna.

El terreno languideció, inservible, durante largos años. Cuando Rafael Puyol accedió al rectorado, en 1996, retomó la idea del viejo jardín botánico, aunque traducida a un presupuesto más acorde con las posibilidades actuales de la Universidad: 536 millónes de pesetas. Las obras se 1 adjudicaron el pasado mes de noviembre y arrancaron apenas un mes después, con un plazo de ejecución de dos años.

Ahora vuelven los problemas. Los profesores se han llevado las manos a la cabeza tras conocer el proyecto en detalle. Pero Puyol no quiere desencantarse. "De momento sólo se ha hecho parte de la infraestructura. Aún estamos a tiempo de cambiar cosas, dentro de lo razonable", proclamó.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de marzo de 1998