Leo, asombrado, el editorial del pasado domingo 15 de marzo Tardes sin colegio. Asombrado y perplejo de ver la facilidad que tienen algunas personas para hablar ex cátedra de los ministerios de la educación en las escuelas. Y nosotros, los docentes y los padres, sin enterarnos.Ahora resulta que los centros que tengan, o vayan a tener, "tardes sin colegio" acumularán cantidad de problemas nada desdeñables:
a) Los profesores abandonaremos nuestras obligaciones de coordinación docente. Y yo sin enterarme.
b) Los profesores abandonaremos nuestra acción tutorial con los alumnos. Y yo sin enterarme.
c) Los pofesores abandona remos la atención a los padres. Y yo sin enterarme.
d) Los centros de una misma zona tendrían horarios descoordinados. Y yo... sin enterarme.
Esto es una pequeña muestra de la falta de rigor utilizada en el editorial referido.
Tratemos de hacer un análisis serio, riguroso y real de nuestra querida escuela pública. Escuela que, a mi entender, supera con creces a la privada en muchísimos aspectos, fundamentalmente los humanos. Si falta rigor en nuestra señora ministra, en los datos del INCE, en nuestros periodistas... entonces mejor el silencio-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de marzo de 1998