El alcalde de Moscú, Yuri Luzkkov, está que se sube por las paredes. El servicio federal de meteorología, conocido como Rosgidromet, pronosticó para el domingo y el lunes un tiempo primaveral, con temperaturas por encima de los 10 grados. En cambio, cayó la peor nevada del siglo en este mes, hasta el punto de que hubo que cerrar el aeropuerto internacional de Sheremetevo y el tráfico en la ciudad, ya de por sí difícil, rozó el caos absoluto. Todavía no se ha terminado de quitar la nieve de las calles y tejados de la ciudad. Víktor Trenin, portavoz de Rosgidromet, echó la culpa del desaguisado a un "ciclón explosivo" y caprichoso que decidió en el último momento que cambiaba de rumbo. Pero eso no aplaca a Luzkkov, al que la gran nevada pilló con la guardia baja, así que ha decidido montar un servicio de meteorología al exclusivo servicio del municipio. El alcalde, de ocultas pero evidentes ambiciones presidenciales, es famoso por su resolución y su capacidad de gestión. Ahora mismo, con una simple indicación, ha conseguido aplicar un boicoteo casi absoluto a los productos de Letonia, a cuyo Gobierno acusa de discriminar a la minoría rusa. Y, ¡qué casualidad!, los servicios de inspección han cerrado la única tienda especializada en productos letones tras "detectar algunas irregularidades".-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de abril de 1998