El pintor y escultor Adolfo Barnatán (París, 1951) inauguró ayer en la galería Metta de Madrid (Marqués de la Ensenada, 2) sus esculturas inspiradas en los personajes mitológicos griegos Afrodita, Hermes y Hermafrodita. Son 38 piezas en bronce y dos en ébano en las que el artista -viajando de la figuración a la abstracción y jugando con diferentes tamaños y colores- llega a lo que el propio artista denomina "ábacos": esculturas móviles divididas en siete piezas. "Esta exposición marca el principio de mi trabajo futuro", afirma Barnatán."Con esta exposición arranqué en 1996. Todo empezó con una pequeña cabeza de Afrodita, una cabeza inspirada en unas esculturas griegas que había visto. A partir de ella fue surgiendo el resto de las piezas que ahora expongo. Primero eran muy figura tivas, para finalmente convertirse en completas abstracciones". Las esculturas de siete piezas, sujetas por una columna que las vertebra, son el punto final del recorrido de la exposición. Móviles con los que se puede jugar hasta cambiar completamente su forma. "Se pueden quitar, poner... hasta que cada uno pueda crear su propia escultura", explica Barnatán, en cuya última exposición, en 1995, ya dejaba ver su paso de la pintura a la escultura. "Entonces incorporé las primeras esculturas, seis o siete bronces, y en las telas ya se velan juegos tridimensionales que señalaban mis ganas de probar otras cosas".
El bronce es el material elegido para la mayoría de las piezas. Un "metal frío" que le permite a Barnatán seguir con fidelidad sus modelos originales en yeso. "Además, con el bronce se pueden incorporar muchos colores: el amarillo, el verde, el rojo, el negro, incluso un extraño color que he inventado con diferentes mezclas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de abril de 1998