Todos, salvo los más ingenuos, sabían que el acuerdo de paz del Viernes Santo tendría problemas tarde o temprano. Los detractores empiezan por rechazarlo, como hacen en cada uno de los procesos de paz en todo el mundo. Aquellos que hacen carrera durante el conflicto y prosperan en la división y la contienda siempre tratan de aplastar cualquier indicio de un futuro mejor. ( ... ) Están aferrados al pasado. La paz les amenaza, y no les gusta. Pese a la consternación provocada por el rechazo de la Gran Orden de Orange al acuerdo, no ha sido una sorpresa. ( ... ) La Orden es un reducto del unionismo más duro, en el que la intransigencia es cuestión de principios. Sus 130 miembros examinaron los detalles del acuerdo y lo debatieron durante cinco horas y media antes de concluir que podría no ser recomendable para los habitantes del Ulster. ( ... ) Sin embargo, el mayor impulso procede de una encuesta de los diarios The Guandian/Irish Times, un ejemplo alentador de la cooperación entre Reino Unido e Irlanda, en la que se revela el apoyo mayoritario al acuerdo, poniendo de relieve una aplastante victoria del sí en el referéndum del próximo mes. Los votantes sondeados no son ingenuos, sólo una pequeña mayoría está convencida de que las oportunidades de una paz duradera son considerables, pero están dispuestos a dar una oportunidad a la paz con una mayoría abrumadora tanto en el norte como en el sur. ( ... )
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 17 de abril de 1998