El portavoz de Paul McCartney reconoció el miércoles que Linda McCartney falleció en Tucson (Arizona) y no en Santa Bárbara (California), como se informó en un primer momento. El misterio acerca de la muerte, el pasado viernes, de la esposa del ex beatle se propagó esta semana al saberse que en Santa Bárbara no había ningún certificado de defunción. La familia ha reconocido ahora que intentó desviar temporalmente la atención de la prensa y el público, pero que la muerte fue natural. Paul McCartney ha pedido de nuevo que se respete su intimidad. El miércoles, la prensa publicaba la elegía final de Paul McCartney a su amada, en la que el ex beatle describía cómo dejó literalmente a su mujer en brazos de la muerte (falleció como consecuencia de un cáncer de pecho). Los rumores de que se trata de un caso de eutanasia fueron rotundamente negados por el portavoz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de abril de 1998