"La cumbre bilateral hispanomarroquí debe servir para desarrollar y profundizar la cooperación", declaró ayer el primer ministro marroquí Abderraman Yussufi a un grupo de periodistas españoles. El jefe del Ejecutivo que recibirá hoy el plácet del Parlamento ante el que ha presentado su programa gubernamental, confesó vivir esta cumbre "con interés y cierto entusiasmo" por ser la primera que realiza su gobierno con su homólogo español, así como por el actual estado de relaciones bilaterales, consideradas en Rabat como "excelentes" y por las enormes perspectivas que se abren por delante para la colaboración entre los dos países. Yussufi se siente comprendido por su vecino del norte. "¡Quien mejor que nuestros amigos españoles para comprender la democratización en curso en Marruecos!", alegó, al tiempo que lamentaba que José María Aznar no hubiese tenido tiempo "para dirigirse a la opinión marroquí como yo lo hago a la española".
Yussufi señaló algunos puntos que abordará con su homólogo español en la cumbre: el contencioso agrícola, el litigioso tema de la pesca, y el asunto de las "amistosas relaciones" entre las autoridades españolas y el Frente Polisario, lo que provoca "un cierto malestar" en Rabat.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de abril de 1998