El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, tendrá que conseguir que los diferentes grupos representados en su Gobierno se pongan de acuerdo de manera urgente para lograr la aprobación de varias importantes reformas constitucionales, tras la muerte en un lapso de apenas 48 horas de dos de sus principales colaboradores y la falta de consenso en torno a sus posibles sustitutos. De momento, Cardoso ha hecho un llamamiento al Parlamento brasileño solicitando una votación inmediata de las reformas. El presidente ha presentado la votación como un homenaje al representante del Gobierno en la Cámara, Luis Eduardo Magalhaes, y al ministro de Comunicación, Sergio Motta, fallecidos el martes y el domingo pasados, respectivamente. La muerte de Magalhaes obligó al presidente a suspender su visita a España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de abril de 1998