¿Durante cuánto tiempo más los madrileños vamos a vernos obligados a contemplar el edificio de Correos de la paza de Cibeles envuelto en feas mallas y en obras permanentes que nunca acaban? Me parece una tomadura de pelo que se prolonguen tanto sin resultado visible alguno.- .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 24 de abril de 1998