El Tribunal Constitucional (TC) ha concedido el amparo al director de una oficina de Caixa de Catalunya que después de afiliarse a Comisiones Obreras (CC OO) y de ser elegido delegado sufrió varios traslados y acabó de archivero. La sentencia asegura que se vulneró el derecho a la libertad sindical y que se le discriminó por su afiliación, por lo que anula dos resoluciones anteriores que daban la razón a la empresa.
El Tribunal Constitucional rechaza que la empresa desconociese la afiliación del empleado y recuerda que éste domicilió su cuota sindical en una cuenta de la entidad. Del mismo modo, el TC admite que el cargo de director de una oficina se otorga discrecionalmente, pero precisa que en este caso no existió una "justificación objetiva y razonable, suficiente y proporcionada" en los cambios de destino. Un portavoz de la Caixa de Catalunya declinó ayer pronunciarse sobre el caso porque ha de empezar de nuevo toda la tramitación judicial, mientras que el afectado mostró su satisfacción: "Después de un vía crucis judicial de varios años se han reconocido mis derechos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de mayo de 1998