Uno de los más grandes poetas árabes, el sirio Nizar Qabbani, murió ayer en Londres a los 75 años tras una grave enfermedad, según fuentes de su familia. Sus poemas, escritos en una lengua sencilla y limpia, son muy populares en todo el mundo árabe y se enseñan con frecuencia en las escuelas. Tras conocer el fallecimiento del poeta, el presidente sirio, Hafez Asad, ordenó el traslado del féretro desde la capital británica hasta Damasco para celebrar sus funerales de acuerdo con la voluntad expresada por Qabbani.El escritor desaparecido, que fue llamado el poeta de las mujeres y del amor, se educó en Damasco, donde se licenció en Derecho en 1945. Posteriormente inició una carrera diplomática y fue embajador de su país en Londres, París, Pekín, Madrid y Viena. Qabbani vivió después en Beirut hasta 1975, año en el que decidió trasladar su residencia definitiva a Londres.
Su enfrentamiento con los sectores integristas del islamismo provocaron que en algunos periodos sus libros y poemas fuesen censurados y circulasen de forma clandestina en algunos países árabes. Qabbani ha dejado como herencia más de 20 volúmenes de versos y de canciones que han sido interpretadas por muchos músicos árabes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de mayo de 1998