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EL PSOE TRAS LAS PRIMARIAS

"Vamos a por los 14 millones de votos"

Sevilla
Joaquín Almunia y José Borrell alejaron definitivamente la noche del miércoles, con un reparto de funciones, el temor de los socialistas a un congreso extraordinario. Borrell, vencedor de las primarias, será el líder de la oposición, pero trabajará apoyándose en la estructura actual del partido, a cuyo frente seguirá Almunia. Este último se mantiene como presidente del grupo parlamentario. La portavocía será para Borrell, que contará con un adjunto y con la Oficina del Candidato que pedía. El Gobierno aprovechó la rueda de prensa del Consejo de Ministros para reconocer a Borrell como el próximo rival de José María Aznar e insistió en atacar su perfil "radical" e "insolvente".

José Borrell y Joaquín Almunia ya forman un tándem. Tras la conversación de cuatro horas de duración en la noche del miércoles, el secretario general del PSOE y el candidato socialista a presidente del Gobierno han llegado a un acuerdo para disponer cada uno de ellos de los medios necesarios para desempeñar su papel. Borrell ejercerá el liderazgo en el Parlamento, como portavoz, y en la sociedad, y tendrá un protagonismo destacado en la elaboración del programa electoral. Almunia ejercerá la dirección política y orgánica del PSOE. El objetivo es ambicioso: "Vamos a trabajar de forma complementaria para lograr 14 millones de votos", proclamó José Borrell.El candidato a la Presidencia del Gobierno transmitió ayer a los periodistas, durante su visita al coto de Doñana, la "seguridad" de que los cambios suscitados por las primarias se van a resolver sin necesidad de un congreso extraordinario. "Ahora soy notablemente optimista", explicó, "porque a través del diálogo, en este fin de semana, podemos llegar a algo que es inevitable que ocurra. Porque el PSOE no puede, después de haber construido tal capital político durante la primarias, embarcarse en un proceso que lo desperdiciase".

Borrell, que acudió a Doñana para contemplar el alcance de los daños producidos por la avalancha de residuos contaminados, no desaprovechó la ocasión de señalar que el logro de un pacto mostrará más a las claras que sabe negociar y llegar a acuerdos. "Sería muy mal comienzo para alguien que pretende presidir el Gobierno el que no fuésemos capaces de resolver entre nosotros un problema que sólo a nosotros corresponde solucionar. Diría muy poco de la capacidad de construir consensos, de flexibilizar posiciones y de aunar esfuerzos".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de mayo de 1998