El coordinador regional de Izquierda Unida (IU), Antonio Romero, dijo ayer que la unidad de acción de los partidos de izquierda "no se hace" sin tener en cuenta su organización y "con agresiones a Izquierda Unida". Romero, que se reunió en Priego de Córdoba con la ejecutiva andaluza, se mostró a favor de los 11 puntos que el coordinador federal de la coalición, Julio Anguita, puso como condiciones en el debate sobre el estado de la nación para lograr una convergencia de izquierdas. De esta forma, el dirigente andaluz de IU rechazaba implícitamente el acuerdo alcanzado en Madrid entre el PSOE y Nueva Izquierda, partido este último formado por escindidos de IU, para que Cristina Almeida sea la candidata de ambas formaciones para presidir la comunidad madrileña. "No le arriendo la ganancia al PSOE porque no saben lo que les ha caído encima", dijo Romero, criticando ese pacto. A este respecto, añadió que "Izquierda Unida no hay más que una y a Cristina Almeida la encontraron en la calle. Además, con un acta de diputada que no le corresponde". Romero explicó que la dirección andaluza de IU ha decidido llevar a los tribunales a los Gobiernos central y autonómico y a la empresa sueca Boliden por el vertido tóxico de las minas de Aznalcóllar. En concreto, esta demanda, que van a presentar en el juzgado de guardia, se dirigirá, según Romero, contra la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la Junta porque, en su opinión, "esta catástrofe se pudo evitar". En este sentido, mostró su desacuerdo con las declaraciones realizadas por el consejero de Industria, Guillermo Gutiérrez, sobre que no había "ningún indicio de inestabilidad generalizada" cuando conoció un informe de la empresa supervisora, Geocisa, que, cinco días antes de la rotura de la presa de Aznalcóllar señalaba una serie de averías en los sistemas de control.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de mayo de 1998