Por primera vez, los colombianos unidos tratarán de reaccionar contra la violencia que desangra a este país de 40 millones de habitantes. Iglesia, industriales, medios de comunicación, empresarios, sindicatos, ONG y universidades llamaron a cesar hoy al mediodía durante 30 minutos todas las actividades para decir sí a la vida y un basta ya a la impunidad que ha servido de escudo a miles de crímenes y masacres. Después de esta pausa por la paz, las iglesias echarán a sonar todas sus campanas. De telón de fondo a esta jornada por la vida, el país vivía el drama del último hecho de barbarie. Al mediodía del lunes, nadie daba razón de 25 personas declaradas como desaparecidas desde el sábado por la noche, cuando 50 hombres encapuchados y vestidos de negro cumplieron con su ronda de muerte en Barranca Bermeja, puerto fluvial petrolero y eje de la conflictiva y rica zona del Magdalena Medio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de mayo de 1998