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Interior niega haber prohibido a sus policías comer con guardias civiles

El Departamento de Interior negó ayer haber dictado ninguna orden "ni verbal ni escrita" prohibiendo a los agentes puedan acudir al comedor-cantina que utilizan los miembros de la Guardia Civil en el cuartel bilbaíno de La Salve. Un portavoz oficial del departamento que dirige Juan María Atutxa aseguró que "no es cierto, no se ha dado ninguna orden ni tácita, ni encubierta, ni verbal, ni escrita". La queja ha partido de la sección sindical de Comisiones Obreras-Ertzaintza, que en su último boletín dedica tres páginas a este asunto. "Había sitio para todos; los ertzainas que recibieron la invitación consideraron que sería una descortesía no hacerles una visita. Y así lo hicieron. Aparcaron su furgoneta del cuartel y se fueron a la cantina a sacar el bono de comida: 350 pesetas más la bebida, un precio inferior al de la cafetería de Arkaute. La comida, aunque no había mucho donde elegir, era de calidad; el servicio, rapidísimo y el ambiente, de la mayor cordialidad y compañerismo", asegura CC OO. Interior apuntó el desconocimiento del sindicato porque "el precio de Arkaute, bebida incluida, es de 250 pesetas" y negó que desde la comisaría de Bilbao se pongan trabas a la coordinación. "La coordinación es algo más serio que ir a comer con unos guardias civiles", dice Interior.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de mayo de 1998