Unos doscientos millones de pesetas se jugaron a lo largo de toda la jornada de ayer en Briviesca (Burgos). ¿Cómo? Pues a las tabas, tradición que se celebra todos los años en coincidencia con la romería de Santa Casilda, en la que participan varios miles de personas. Tras la misa y procesión alrededor de la iglesia, pasan al juego de la taba, que fue ayer abierto oficialmente por la delegada de la Junta de Castilla y León, Ana Parra. Según el concejal de Festejos del Ayuntamiento de Briviesca, José Solas Martínez, la cifra oficial que se juega, en función de las mesas autorizadas, ronda los cien millones de pesetas, cantidad que prácticamente se duplica por la existencia de corros y mesas de juego no autorizados oficialmente. En la edición de este año, y con la autorización del Ayuntamiento, se instalaron unas 40 mesas de juego, en las que se apuesta con tabas repartidas por la corporación. El Ayuntamiento, en concepto de canon, obtiene algo más de un millón de pesetas de las diferentes mesas, que se destina a invertir en mejoras de la localidad. El juego de la taba consiste en el lanzamiento del astrágalo, hueso del pie, de ovino o caprino y se gana o se pierde la apuesta realizada según la posición en que caiga. Esta costumbre de jugar a la taba estaba motivada por la falta de autoridades en la ciudad, ya que éstas acudían a la rogativa del santuario, situación que aprovechaban los vecinos para jugar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de mayo de 1998