Francisco Argente Romera, de 33 años y vecino de Santa Margarida de Montbui, murió en la mañana de ayer a causa de una descarga eléctrica de 25.000 vatios, ocurrida en Capellades (Anoia), cuando guiaba el brazo de una grúa. La Guardia Civil asegura que la grúa pasó a 20 centímetros del cable, pero la inducción provocó la fuerte descarga eléctrica. Los bomberos, por su parte, afirman que sí existió contacto entre la grúa y el cable. Como consecuencia de la descarga, la víctima salió proyectada unos metros y quedó empotrada en una verja de setos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de mayo de 1998