Frente a la amenaza terrorista, Europa cierra filas. Francia, escenario de atentados islámicos desde 1995, ya no se defiende sola. (...) Esta cooperación es la primera victoria contra la nebulosa terrorista. Hasta ahora, cada país europeo llevaba solo, o casi, su lucha contra el fundamentalismo. Cacofonía que sólo beneficiaba a las redes clandestinas. (...) De los 53 detenidos en Francia, algunos serán puestos en libertad. (...) Sin embargo, la precisión tan infrecuente de las detenciones (...) demuestra el buen trabajo de información. (...) Esta vez ha habido una voluntad política común para recopilar las informaciones recogidas en cada país para elaborar la estrategia de prevención de atentados. (...) Es cierto, la movilización parece tardía. Constatamos que no ha recibido el apoyo de los países escandinavos. (...) No importa. Francia, blanco privilegiado del terrorismo islámico, ha convencido a sus socios de la necesidad de una respuesta única. Le corresponde al juez Bruguière el haber conseguido que nuestros vecinos agudicen su vigilancia. El juez (...) teme que el Mundial se utilice como amplificador de acciones terroristas. Estos temores parecen justificados. Y son compartidos por Jean-Pierre Chevénement, quien se asienta cada vez más como un ministro del Interior eficaz y preocupado en conseguir resultados. Queda una cuestión, ¿se perpetuará esta aparente solidaridad europea tras la Copa del Mundo?
27 de mayo
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de mayo de 1998